Cada año, el 8 de marzo marca el Día Internacional de la Mujer, una fecha consagrada por las Naciones Unidas para conmemorar la lucha continua por los derechos de la mujer y la igualdad de género. Este día nos invita a reflexionar sobre los avances logrados, pero también sobre los desafíos que aún persisten en la búsqueda de un mundo más equitativo y justo para todas las personas, independientemente de su género.

El origen de esta jornada se remonta al siglo XIX, cuando el movimiento obrero en Estados Unidos y Europa comenzó a demandar mejores condiciones laborales y derechos para las mujeres. En 1848, dos mujeres estadounidenses, Elizabeth Cady Stanton y Lucretia Mott, organizaron la primera convención de derechos de la mujer en Estados Unidos, sentando las bases para lo que sería un movimiento transformador.

Uno de los hitos más trágicos en la lucha por los derechos laborales de las mujeres ocurrió el 8 de marzo de 1875, cuando cientos de trabajadoras de una fábrica textil en Nueva York protestaron por la desigualdad salarial y las condiciones inhumanas en las que trabajaban. La brutal represión policial que siguió resultó en la muerte de 120 trabajadoras, pero también desencadenó un movimiento sindical femenino sin precedentes y una ola de huelgas que pusieron de relieve las injusticias sufridas por las mujeres en el ámbito laboral.

El color morado, que hoy asociamos con el 8 de marzo, tiene sus raíces en una tragedia ocurrida el 25 de marzo de 1911. En el incendio de la fábrica textil Triangle Shirtwaist en Nueva York, 146 trabajadoras perdieron la vida en condiciones espantosas. La fábrica producía telas moradas, y se dice que una columna de humo morado se alzaba sobre el lugar del incendio. Desde entonces, el morado ha sido un símbolo de solidaridad y resistencia en la lucha por los derechos de la mujer.

Las piquetes de huelga de las modistas, durante la huelga de las camiseras de Nueva York de 1909 que comenzó después de una disputa laboral en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, el sitio del trágico incendio de 1911
Las piquetes de huelga de las modistas, durante la huelga de las camiseras de Nueva York de 1909 que comenzó después de una disputa laboral en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, el sitio del trágico incendio de 1911

En este Día Internacional de la Mujer, ONU Mujeres hace un llamamiento a la inversión en las mujeres como la mejor solución para abordar las crisis globales que enfrentamos en la actualidad. En un mundo donde los conflictos, el cambio climático y la desigualdad de género amenazan con socavar décadas de progreso, es fundamental reconocer el papel fundamental que desempeñan las mujeres en la construcción de un futuro más justo y sostenible para todos.

El compromiso con la igualdad de género no se limita a un día al año. Es un esfuerzo continuo que requiere la participación de todos los sectores de la sociedad. Por eso, en los próximos días, se llevarán a cabo una serie de eventos y actividades en las Naciones Unidas y en todo el mundo para destacar la importancia de este tema y promover medidas concretas para avanzar hacia la igualdad de género.

Desde la conmemoración del Día Internacional de la Mujer en las Naciones Unidas, hasta las campanadas por la igualdad de género en las bolsas de valores de todo el mundo, estas iniciativas nos recuerdan que juntos podemos lograr un cambio real y duradero. Es hora de invertir en las mujeres, acelerar el progreso y construir un mundo donde todas las personas puedan alcanzar su máximo potencial, sin importar su género.

ONU Mujeres